Segundo intento de adiós

Nos bastaron un par de canciones, unas cuantas cervezas y el patio de tu casa para sentirnos invencibles para tener ganas de fugarnos del mundo y convertirnos en Bonnie y Clyde.

Posiblemente esta sea la ultima vez que escriba de ti, esta carta no es para reprocharte nada, es mi segundo intento de despedida.
Porque si vamos a repartir las culpas a mi me queda la mayor parte, por quererte y por entregarme completamente sin peros ni tapujos, por aceptar las reglas de tu juego aun sin darme cuenta que nunca tuve las tres vidas, pero qué sè yo, si soy de las que nunca leen las instrucciones antes de abrir un paquete.

Por ahora quiero encontrar eso que llaman orgullo y no tragármelo nunca, quiero curarme de los hombres como tù, quiero aprender a no volver a caer en los amores pasajeros, fugaces, de semanas o meses, quiero aprender a no entregarme siempre, pero sobre todo en no confiar al ciento por ciento.

Por ahora ya no sè que mas decirte, te he dado mas de lo que creí o tal vez debí darte, aunque para mi tù siempre fuiste suficiente, y aunque sé que no soy lo que necesitas, no me queda nada mas que desearte que la vida te trate bien, que no te ilusionen, que no te engañen, que tengas todo lo que has soñado, así que te deseo alegría y felicidad pero por encima de todo eso te deseo mucho amor.

Nunca olvides que eres el tesoro mas bonito que pueda encontrarse después de un naufragio, pero sobre todo nunca te pares en islas desiertas. 

Ojalá que me vuela a tropezar contigo, quizá ya no tan jóvenes y ojala que menos tercos y con mas ganas de darlo todo, de hacer que esta vez si y que para siempre. 

Linda

Comentarios

Entradas populares de este blog

Con la novedad...

Cumplesueños

Como un huracán